Simpático y disparatado, este relato rimado comienza con una anécdota inocente e insignificante: quién no ha tirado de un hilo que le sobresalía de la chaqueta... Así lo hace el niño protagonista de esta historia, cuya curiosidad por llegar al extremo final de la hebra se vuelve insaciable y hasta extenuante. Porque paradójicamente, cuanto más intenta desembrollarlo, más se enreda el hilo en sí mismo e incluso en el escenario donde transcurre la acción, como si el travieso filamento formase parte de los trazos de las ilustraciones. El texto de Gracia Iglesias desprende humor e ironía. Con su ritmo dinámico y creando una tensión narrativa que va in crescendo, atrapa la atención del público, expectante por conocer el intrigante desenlace del cuento.
Mi ombligo es redondo y está en el centro de mi barriga. Me pica muchísimo y he pedido a mi hermana que me ayude a encontrar la causa. íNunca imaginarías lo que ha visto! Un picor de ombligo da inicio a un relato fantástico en el que aparecen personajes sacados de la imaginación del propio Bosco. Es un cuento que divierte y potencia la imaginación. El final sorprendente nos enfrentará a la duda sobre realidad y sueño.
Tras el éxito de La extraña visita y La extraña sorpresa, llega la última parte de esta trilogía, en la que el monstruo que visitaba a la ancianita ha formado una gran familia. Ahora no es una... ísino 10! pequeñas visitas campando a sus anchas en la casa de la viejecita, que sin lugar a dudas ya no ha vuelto a hilar esperando tener compañía. A cual más traviesa, estas 10 pequeñas criaturas sorprenderan a los fans de la saga, ¿cuál es tu preferida? Una a una irán haciendo de las suyas hasta llegar al divertido desenlace final. íNo te pierdas la última parte de esta extraña trilogía. En definitiva, necesita una esposa, y para encontrarla lo mejor que se le ocurre es poner un anuncio de matrimonio.La unión de la pareja promete estar exenta de pasión. Sin embargo, cuando el pasado de ella la acecha, ¿hará algo para ponerla a salvo? Y cuando el suyo lo aceche a él traspasar barreras y construir un futuro juntos.
Había una vez una viejecita que todas las noches tenía visita. Y siempre ofrecía, sin mucho copete, a su buen amigo un cuidado banquete. Los dos disfrutaban de la compañía. El búho ululaba y el gato dormía.
Pero aquella noche, a la hora acordada, llegó el visitante yà íno encontró nada! La vela apagada, la rueca vacía y en la mecedora nadie se mecía. Ni el búho ululaba, ni el gato dormía. De prontoà
Una viejecita que sola vivía siempre deseaba tener compañía y todas las noches, muy triste y marchita se sentaba a hilar, esperando visita. Ella hilaba e hilaba y esperaba y esperaba, pero la visita no llegaba.Así comienza este divertido cuento rimado, en medio del bosque y con un monstruo a las puertas. Una historia sobre amistad, de la que al principio da un poquito de miedo. Perfecto para contar en Halloween. Una historia acumulativa de misterio, mucho suspense y íterror!à pero con final feliz.
¿Qué puede ocurrir cuando una mosca entra en un lugar de lo mas inconveniente? íUn desastre total! ¿Y si cada intento de arreglarlo lo empeora? Gracia Iglesias nos cuenta lo que le ocurrió a su vecino, que se tragó por accidente una mosca. Como la mosca zumbaba en su estómago, decidió engullir una araña para atraparla. La araña no solo atrapó la mosca sino que además tejió una telaraña que hacía cosquillas al pobre hombre. Creyó entonces que un pájaro podría resolver el problema, y lo hizo, pero también construyó un nido dentro de él. Para acabar con los trinos pensó que sería una buena idea tragarse un gato... ¿De verdad quieres saber cómo continúa esta historia? Si quieres pasar un buen rato, no te pierdas esta divertida retahíla en rima e ilustrada por Ana Gómez.